Spider-Man: Un nuevo universo (Spider-Man: Into the Spider-Verse) ★★★★★

Dirección: Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman
Guion: Phil Lord, Rodney Rothman, Dan Slott, Meghan Malloy

Ciertas películas, realmente especiales, únicas, presentan una gran dificultad para escribir sobre ellas. Por otra parte, es imposible no hacerlo, precisamente por lo irrepetibles que son. Pero se ve uno ante la tesitura de añadir algo más a toda la literatura que se ha vertido sobre ellas, añadir algo también especial y único, y no resulta nada fácil. Porque ciertas películas, por mucha experiencia que se tenga, te pasan literalmente por encima. Te arrollan y te dejan noqueado. Es el caso de la deslumbrante, a falta de otra palabra mejor, ‘Spider-Man: Un nuevo universo’ (‘Spider-Man: Into the Spider-Verse’, Persichetti, Ramsey, Rothman, 2018) que llegó hace dos años a las pantallas de todo el mundo y de cuyo visionado todavía muchos no nos hemos recuperado, porque aúna tal cantidad de conceptos, de hallazgos, tal revelación de un estilo (por mucho que esté dirigida en un triunvirato de tres cineastas, algo por otra parte bastante habitual en animación), tal belleza y energía casi ilimitadas, que supone un verdadero reto y al mismo tiempo un auténtico placer desgranar sus imágenes y sus sonidos.

Y esto sucede con una película de superhéroes en un momento en el que estamos saturados de películas de superhéroes. Podría parecer, de inicio, que es una más de la larga franquicia de la Marvel que ha arrasado en todo el mundo con una veintena de películas, y que ha hastiado a no pocos cinéfilos y críticos con tanta atención en los medios de comunicación y con tanto título repetitivo. De hecho, en comparación, la campaña de marketing de esta película apenas hizo ruido, y a pesar de ello, y de que llevamos unas cuantas películas del «trepamuros», la película ya ostenta un prestigio descomunal y una veneración por un amplio sector de crítica y público que se acrecienta con el tiempo. No es para menos. Esta no es solamente la más memorable película sobre el personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko en 1962, sino que a grandes rasgos es muy superior a cualquier película de toda la franquicia oficial de Marvel, porque es la más cinematográfica de todas ellas y la que con más rigor y amor por los cómics oficiales está escrita y realizada. Al mismo tiempo, es el relato que de una forma más gozosa, imaginativa y hasta existencialista toma la figura del hombre araña y se erige casi como un estudio o reflexión sobre ese icono, como un homenaje máximo y como una reinvención. Después de ‘Spider-Man: Into the Spider-Verse’ jamás volveremos a ver a este personaje de la misma manera.

No resulta fácil, tampoco, resumir en pocas palabras la premisa (que no el argumento) de esta película, pero se puede afirmar que el título en español es bastante poco sagaz, pues no se trata de un nuevo universo del personaje, sino de un universo de Spider-Man, pues por razones que no es necesario desvelar, en pantalla veremos al principio al Spidey original, pero no tardarán muchos en aparecer otros, pues tiene lugar una ruptura dimensional y al Nueva York que todos conocemos llegarán cuatro Spider-Man muy diferentes al de los cómics, que pertenecen a universos en blanco y negro (claro homenaje al Noir), al manga, al cartoon de la Warner, y otros paralelos a este, a veces con pocas variaciones (en lugar de un chico, una chica, y en lugar de un Peter Parker con una vida estable, dentro de lo que cabe, llegará un Peter B. Parker cuya vida es bastante gris y deprimente), y a este grupo de Spider-Mans se unirá la gran creación de la película, que no es otro que el protagonista, el adolescente Miles Morales, que de pronto se verá arrastrado a una aventura increíble, dotado ya por los poderes de una araña radioactiva, pero sin saber muy bien cómo usarlos. Y todos ellos en contra por supuesto del sempiterno Kingping, dispuesto a cargarse la ciudad con una máquina que, precisamente, ha propiciado el choque de universos.

Miles Morales es el principio y el fin de la película porque es el personaje a partir de cuyo punto de vista transcurre toda la historia, y es un personaje de un carisma y una vida extraordinarios, a pesar de tratarse de poco más que un adolescente. Pero en su sustitución de Peter Parker, consigue que nadie eche de menos al Spider-Man clásico, y que su historia personal te afecte y te importe, porque esa historia, su búsqueda de una identidad, su relación con sus padres, su relación con su tío, su relación con el mundo, en definitiva, devienen una experiencia fílmica apabullante, y el resto de personajes no le va a la zaga. Todos tendrán su momento y todos están trazados con carisma, pero la caracterización de Miles es superlativa porque el abanico de emociones, la facilidad con la que empatizas con él, es algo digno de ver y difícil de explicar. El momento en el que todo finalmente cambia para él, iniciado con las palabras de su padre al otro lado de una puerta, y su decisión de lanzarse al vacío y creer en sí mismo, es uno de los más emocionantes en muchos años de cine, y está narrado con una sencillez y a la vez con una potencia visual que deja con la boca abierta.

Pero de potencia visual hablamos. Sus tres directores, que prácticamente debutan con esta maravilla (algo que se ha comentado muy poco, por sorprendente que resulte), se entregan con entusiasmo y euforia a una virguería visual que ya avisa de lo que va a ser capaz en los mismos títulos de crédito, incluso en los créditos de las productoras que la producen. Esto es una verdadera fiesta de luz , color y movimiento, porque ‘Spider-Man: Into the Spider-Verse’ es uno de los filmes de animación más rompedores y técnicamente perfectos de la historia del cine. Filmada con animación CGI, que le confiere un realismo pasmoso, su diseño gráfico está cercano a la rotoscopia, y su estilo visual no tiene miedo de romper sus propias reglas y de volverse abigarrado, incluso paródico. Y no contentos con eso, con emplear un realismo CGI que les obligaba a crear un segundo de imagen a la semana, lo mezclan con otras técnicas visuales y con otros estilos, como el japonés, la animación clásica, el blanco y negro, el 3D. Una auténtica locura que por algún misterioso sortilegio se mantiene en pie, cohesionado y sin la menor falla.

Estos directores, y su fabuloso equipo creativo, son capaces de pasar de la comedia al drama, de la acción vertiginosa a la tragedia, de la épica a lo íntimo, en apenas dos segundos, dando muestra de su inmenso caudal narrativo. Y es que una fina ironía, un tono de hilaridad recorre gran parte de la película, salvo cuando eventos luctuosos y terribles los eclipsan, pero a continuación vuelve la ironía, vuelve la humorada, la ocurrencia, el chiste verbal o visual arrollador, y de nuevo se ve interrumpido por la emoción contenida, por momentos de una belleza, o de una sinceridad, o de una verdad humana, que dejan sin aliento. Y así toda la película. Pero lo que el espectador, cualquier espectador sin prejuicios que la vea, obtiene de esta extraordinaria película son dos horas de felicidad absoluta. Pocas películas pueden presumir de ser tal cosa. Es imposible no ser feliz durante todo su metraje, alucinados como nos quedamos con su animación, conmovidos por su historia, arrastrados por su ingenio. Pero sobre todo contagiados de su energía, de su humor, de su euforia, de sus vibrantes temas hip-hop, de sus momentos de inefable épica. Y solamente por eso ya podría calificarse de una obra maestra absolutamente rotunda e inolvidable.

Puntuación final: 9,5

9 comentarios sobre “Spider-Man: Un nuevo universo (Spider-Man: Into the Spider-Verse) ★★★★★

  1. Bueno menuda cantidad de películas para la juventud me estoy enterando de que existen, voy a hacer una colección para mis nietos o para mi parte mas juvenil, que tenerla la tengo aunque un poco oculta ya, pero intentaremos disfrutar de esos dibujos de técnicas sofisticadas y buenas historias.

    Me gusta

Deja un comentario